CARTA A LOS EQUIPOS DIRECTIVOS(L@s capitan@s del barco)

27.08.2019

"20 ideas para comenzar a implementar la educación emocional a nivel de centro"

Hace poco más de un mes me llamó la directora de un colegio sevillano para preguntarme, con cariño y confianza, cómo podía llevar la educación emocional a su colegio (infantil, primaria y secundaria). No sabía por dónde empezar, es su primer año en la dirección y tiene, desde que se inició en el magisterio, la ilusión de llevar acabo un proyecto global con este enfoque. Tuvimos una conversación muy interesante, ya que había pensado comenzar con las tutorías y, a faltas de horas en el curriculum, continuar por meterla en las horas de religión, e ir convenciendo a todo el claustro para buscar en la libre disposición del curso que viene más huecos e ir aumentando el tiempo de dedicación al desarrollo de las competencias emocionales.

Y es que lo primero que le dije cuando me planteó "¿Alma, por dónde empiezo?", fue que la entendía perfectamente, que es como si a mi me pidieran dar clases de chino (idioma que no entiendo) pese a tener buena intención y creer que es un idioma que puede ayudar a mis alumnos en un futuro.

Pero creo que hay algunas ideas básicas que podemos ver entre todos y todas y que, quizás, os ayuden a dar un pasito si es la primera vez que introducís este enfoque, tenéis a un claustro con muchas incorporaciones nuevas, queréis formalizar un poco más el contenido o, simplemente, continuáis con vuestros proyectos pero necesitáis nuevas ideas.

Os voy a intentar dar algunas claves generales a sabiendas, y con el firme convencimiento, de que el éxito de un proyecto depende, en la base, de vosotros, de vuestra ilusión, motivación y casi fe en el cambio de paradigma emocional (y con esto no quiero cargaros de responsabilidad porque la burocracia y compañer@s petardos hay en todos lados, pero tenéis el timón no sólo logístico sino emocional de vuestros barcos, vuestras escuelas). Antes, os doy unas claves para vuestro propio claustro en los primeros días:

  • El primer día de trabajo, diseñad y realizad algunos juegos o ejercicios de presentación para "romper el hielo" y que todo el claustro se conozca. Si ya se conocen, reíros un rato y aceptar de mejor grado la vuelta al trabajo. Os enlazo algunas páginas de dinámicas de presentación que también os pueden servir para el primer día de clase. Insisto, aunque ya se conozcan:
  • Dedicad un tiempo, el primer o segundo día, a visualizar el curso desde un enfoque emocional. Sé que tenéis muchas cosas que hacer, pero este ejercicio que os propongo os puede ayudar para que cada uno de los docentes se plantee sus propios retos, metas y objetivos. Luego podéis ponerlos en común y diseñar un itinerario conjunto para que cada uno pueda conseguir lo que se propone. La idea es generar un clima tranquilo y que la educación emocional comience por vosotros mismos. Un espacio para hablar a nivel profesional de los retos que tenéis por delante, de qué cosas son las que tenéis que mejorar...  Os propongo la "Dinámica de Merlín". A mi me encanta y lo uso mucho en mis formaciones:
  • A nivel grupal, podéis hacer un análisis DAFO del centro en su conjunto, incluyendo al resto de la comunidad educativa, para ver con perspectiva cada una de sus partes y proponeros objetivos como equipo:
  • Con estas dinámicas, la idea es generar un clima proactivo y mostrar al claustro como un espacio de encuentro, apoyo y trabajo conjunto. Trabajo con centros que lo hacen al principio de curso y funcionan muy bien, se nota un ambiente diferente y al final se puede revisar si se han cumplido las propuestas. Además, este material os sirve para el último ciclo de primaria, secundaria y para los padres y madres!!

Ahora es el momento de ver cómo os ponéis todos de acuerdo si queréis formalizar una línea de educación emocional a nivel de centro. Para hacerlo de forma global y estable, es necesaria formación y asesoramiento continuado, pero os puedo dar algunas claves para comenzar.


Vamos allá, ¿por dónde empezamos?

  1. Instaurad, a primera hora de la mañana, todos los días y en todos los niveles, 5 minutos (o los que podáis) de meditación en todo el centro escolar y dirigido por todos los docentes que estén en el aula que les toque a esa hora. Os enlazo un vídeo que diseñé hace unos años y alguna página de referencia muy interesante. Yo uso como referencia y la recomiendo siempre la aplicación "Petit Bambou", tanto a nivel personal como para realizarlo con los niños (y con vuestras familias, para vosotros solos... ya veréis la cantidad de programas que tiene). En la red tenéis muchísima información sobre ejercicios de Mindfulness para niños:

2. A la vuelta del recreo, tanto si tenéis uno como dos, dedicad otros 5 minutos, ya no a hacer Mindfulness (atención plena), sino a algún ejercicio de relajación para bajar el nivel de estrés y velocidad del recreo. Eso a nivel de centro también, todos a la misma hora. En internet tenéis mucho material sobre "ejercicios de relajación para niños".

3. Hay centros que han instaurado un aula de meditación y relajación donde los niños pueden ir en el recreo o cuando están muy agitados y necesitan relajarse, y donde hay un espacio de mediación para cuando ocurre un conflicto. Podría ser una adaptación o un sentido nuevo del aula de convivencia, pero desde un enfoque constructivo y proactivo.

4. Tanto si el grupo es nuevo como si ya está hecho, dedica los primeros días a hacer dinámicas de grupo cooperativas y actividades basadas en la diversión y las risas para iniciar el curso lleno de endorfinas y buen clima. Además, si hay un compi nuev@, será una oportunidad perfecta para que se integre y diluya los miedos de los primeros días. No escatiméis en dedicación a estas dinámicas, cuantas más hagáis, mejores resultados tendréis.

5. Es muy interesante y emotivo realizar la dinámica del "Te deseo". Tras una pequeña visualización sobre el curso que tienen por delante, todo lo que van a aprender y el grupo en general, deben elegir algo que desean para ell@s mismos a modo de buena intención: "deseo que este curso me ría con mis compañer@s y conozca a nuevos amigos", "deseo ser menos tímida"... cada un@ es libre de elegir aquello que desea mejorar. Cuando ha terminado la visualización, se levantan y uno a uno, les desean a los demás lo que han deseado para ellos, "María, yo te deseo lo que he deseado para mi, que seas menos vergonzosa", da igual si la compañera lo es o no, lo importante es verbalizar el deseo interno y que tenga el efecto que sea en la otra persona. Tod@s, incluido el tutor o la tutora, deben haber deseado al resto de compañer@s cada pensamiento personal. 

6. Podéis instaurar un proyecto por ciclo, o como os resulte más sencillo, de "Aprendizaje y servicio". Para mi, es de las experiencias más transformadoras que hasta ahora estoy trabajando en centros y aúna la esencia de la educación emocional tanto intra como interpersonal. Os sugiero el siguiente artículo de Nieves Tapia para La Vanguardia y la Red Española de Aprendizaje-Servicio. Es importante que se dedique un tiempo a evaluar a nivel emocional los proyectos de AyS, crear espacios de debate, sinergia, ayuda... es una experiencia preciosa, de verdad, animaros a hacer uno.

7. El hermanamiento. No os podéis imaginar lo bonito que es y lo que ayuda a la convivencia un hermanamiento entre los más mayores del centro y los más pequeños. Bachillerato con secundaria, secundaria con primaria, primaria con infantil... se hace al principio del curso y se mantiene una relación durante el mismo para que puedan tener espacios de encuentro y convivencia. E incluso es bonito ver cómo los hermanos y hermanas mayores van a las clases de sus hermanos pequeños a contarles algo que han aprendido, hacer alguna actividad o los peques van a las clases de sus hermanos mayores a explicarles algún descubrimiento. Es una preciosidad y genera un clima muy bueno.

8. Otro elemento que introduzco en algunos colegios con los que trabajo es la identidad de grupo. En cada clase hay un tablón en el que se ponen fotos de momentos significativos de la convivencia, excursiones, conflictos resueltos.... Además, se crea un nombre por aula que los identifique a todos y todas, pueden ser temáticos (por colores, animales, libros, inventados...) de forma que en cada puerta del aula, se realiza un escudo o dibujo simbólico que exprese las características del grupo junto con su nombre. Es un trabajo de diseño y reflexión que hay que hacer previamente y que genera unos debates interesantes porque tienen que dedicar tiempo a pensar en el grupo y no tanto en lo individual. Durante el curso, se pueden hacer actividades intergrupales que sean divertidas y mantengan la esencia de cada curso. En el tablón, se van expresando reflexiones que se quiera compartir, artículos... todo desde un enfoque sano, constructivo y cooperativo.

9. Para las reuniones con los padres, os enlazo un artículo que escribí el año pasado por estas fechas y que os puede servir de referencia. Hay que adaptarlo a las características de cada centro y las edades, pero se trata de cambiar completamente el enfoque de las reuniones informativas. Además, podéis usar las técnicas que os he comentado al inicio para generar una complicidad entre docentes y familias muy buena. Yo soy partidaria de que las reuniones se hagan, dependiendo de la edad, con los chicos y chicas delante, y se diseñen líneas de convivencia y compromisos entre todos.

10. Siempre recomiendo que haya en la clase un buzón de los secretos para que en las asambleas o tutorías se rescate y se vea qué dificultades hay en el grupo, con el objetivo de solucionarlas. Hay veces que también planteo el buzón del "necesito ayuda", este es totalmente privado y sólo lo lee el tutor o la tutora. Nos hemos encontrado con todo tipo de historias personales, algunas muy duras.

11. Estableced "parejas de acompañamiento". Estas parejas me encantan. Se trata de crear parejas en la clase (pueden ir cambiando o no) que se irán haciendo un acompañamiento emocional. Es decir, desde una perspectiva psicológica, serían parejas terapéuticas pero, lejos de entrar en el debate sobre hacer terapia en el aula, se trata de dar la oportunidad de que los alumnos aprendan a acompañarse en relaciones más íntimas. Para ello, se les explica que el objetivo es que el compañer@ se dé cuenta de algún aspecto de sí mismo que necesita observar para cambiar (o no) y la función del acompañante es facilitarlo a través de preguntas cortas, reflexiones, invitaciones a ver que ocurriría si se hiciera de otra forma... hay que tener cuidado con las opiniones personales o consejos porque podemos estar diciendo a la otra persona lo que tiene que hacer. Insisto, la idea es que el compañer@ se dé cuenta. A mi esta fórmula me funciona muy bien en cualquier edad y la practico en los coles en lo que asesoro e intervengo, suelo dedicar un ratito a la semana. Es otra de las ecuaciones emocionales que enseñamos a los niñ@s: "aprender a escuchar de una forma activa, ser compasivo y aprender a preguntar sin opinar".

12. Otra idea que os propongo es el "Diario reflexivo" o el nombre que queráis: "diario emocional, emocionario, mis reflexiones...". El objetivo no es que cada día se incluya de una forma forzada alguna reflexión, sino que cuando haya algún conflicto personal o grupal o haya ocurrido algo motivo de aprendizaje en general, dediquemos un ratito a escribirlo: "¿qué he aprendido sobre esto que ha ocurrido?". La idea es ordenar el aprendizaje, reflexionar y fijarlo a nivel cognitivo. Igual que nos hacían (hacen) escribir las tablas de multiplicar, escribimos los aprendizajes y conceptos emocionales que aprendemos para recordarlos.

13. Estableced un espacio para el agradecimiento si no diario( sería lo perfecto), semanal. Un ratito a la semana para que todos puedan agradecerse, personal y/o grupalmente, cualquier cosa que sea importante para ellos: "te agradezco la ayuda del otro día con el trabajo, el juego nuevo que me has enseñado, que me invitaras a ir a tu casa, que me ayudases cuando me encontraba mal...". De la misma forma que todos los docentes saben que, estén en la clase que estén, se medita por las mañanas y se hace relajación a la vuelta del recreo, al final de la última clase del día o semana, se dedica un espacio al agradecimiento (estés en la clase que estés). Agradecer es una de las competencias emocionales que más cambios generan en nuestro cuerpo y en nuestras relaciones. No es casual aquello de "es de buen nacido ser agradecido". Practicar el agradecimiento es la base de la pedagogía de la compasión.

14. A mi ya no me gusta usar el término "delegado-delegada", os propongo la idea "responsable de grupo". Esta figura puede ir cambiando, lo elige el docente dependiendo de las competencias que cada alumn@ tenga que desarrollar y su función es hacer de puente entre los profes y sus compañer@s. Es decir, se trata de darle una oportunidad al responsable para que aprenda a gestionar grupos, comunicar, pedir, motivar y/o cuidar, no fiscalizar como se hace en mucho sitios. El docente se dirige a esta persona cuando necesita algo del grupo y al contrario. Cuando acaba su función, tendrá una reunión con su referente (tutor-a) para evaluar cómo se ha sentido y qué tiene que aprender de la experiencia, lo escribirá en su diario reflexivo y le comunicará al siguiente responsable lo que más ha aprendido para que lo aproveche (o no) a modo de consejo. La evaluación es un momento muy interesante para trabajar competencias personales. Tod@s deben pasar por ese cargo para entenderlo y aprender.

15. Diseña con ellos qué competencias emocionales intra e interpersonales quieren desarrollar durante el curso y secuenciadlas. Os propongo la dinámica de la "bola de nieve": cada niñ@ escribe en un papel cómo se visualiza al final de curso (se hace una pequeña visualización al principio que los ayude) tanto a nivel de aprendizajes como a nivel personal y grupal. Se recogen todos los papeles y se va haciendo una bola superponiendo cada papel encima del otro. Esa bola se queda en una zona visible y al final de curso se recupera para comparar lo que se ha conseguido con lo que cada un@ diseñó. Yo propongo que además se concrete por trimestre: "Yo me veo al final de curso sin tanta vergüenza para hacer teatros, tener más amigos, hablar menos en clase (lo que sientan y piensen)..." para conseguirlo, qué tienes que poner de tu parte y cómo te ves en navidad, primero, y en semana santa, segundo. Se trata de que puedan evaluar si están consiguiendo lo que se propusieron, si quieren cambiar de objetivos o no, y vean el por qué y el para qué, con el objetivo de mejorarlo y/o pedir ayuda.

16. Cread un contrato de grupo en el que se recojan las normas básicas de convivencia que estipula el centro y también, todas aquellas que queráis incluir fruto de sus propios valores: "nos gustaría que cuando un compañero-a no se encuentre bien, podamos pedir una asamblea para hablarlo; respetaremos la diferencia de opinión aunque no estemos de acuerdo; si vemos que hay algún problema de convivencia, pediremos ayuda; la forma en la que nos gusta que se solucionen los problemas personales o grupales son...." Se formula siempre con un lenguaje positivo, se pasa a limpio, se firma por todas las personas (alumnos, docentes y equipo directivo) y se cuelga en el aula en un sitio importante. Se pueden incluir peticiones y compromisos hacia el claustro y las familias. Cada vez que haya un conflicto, ya sabéis de qué documento tenéis que tirar para resolverlo. 

17. Muéstrales de forma visual todo lo que van a aprender durante el curso. Es decir, de la misma forma que le explicarías de qué va una película, cuéntales lo que van a aprender en cada una de las asignaturas y para qué les va a servir: "de aquí al final de curso vamos a aprender a ser capaces de crear textos en prosa y haremos un teatro que nos ayudará a...; aprenderemos cómo se resuelven problemas de fracciones para que sepáis dividir de una forma diferente hasta ahora; seremos capaces de hacer una entrevista en inglés; debatiremos sobre temas que os interesen... Muéstrales de una forma globalizada, a modo de esquema mental, interesante y atractivo todos los pasitos que van a dar, para qué les puede servir y cómo se relacionan las materias entre ellas. Si esto lo pudierais hacer de forma dinámica y entre varios docentes, sería alucinante. Además, es interesante abrir un debate de los miedos que tienen, que puedan proponerse objetivos en cada una de las materias a corto, medio y largo plazo e ir evaluándolas con sus profesores correspondientes para ir mejorando.

18. Círculos de apoyo. Otro elemento que he comenzado a introducir en algunos centros han sido los "Círculos de apoyo". Se trata de encontrar un espacio para que los chicos y chicas, de todas las edades, se puedan reunir para hablar de un tema en común que les genere mucha inquietud. Hemos realizado círculos de duelo, de separación de padres, de autoestima, de amistad, de acoso.... y, con una periodicidad que establezcáis, se reúnen, guiados por un adulto, y se establece un espacio de confianza, expresión emocional y acompañamiento muy transformador porque, además, al ser de diferentes edades, te encuentras a alumnos de primaria dando consejos a otros de secundaria o al revés; a chicos que han pasado por un duelo aconsejando a otros que acaban de vivirlo. Es, realmente, un trabajo emocional precioso. Lo importante es encontrar un espacio común en todo el centro para poder realizarlo, hay centro que lo hacen, por lo que es cuestión de encontrar la fórmula, depende de las características de cada uno.

Os escribo estas ideas porque considero que el cambio en las escuelas depende, en gran parte, de que los equipos directivos "os creáis" (entended la expresión, por favor), que se puede hacer. 

Lo que aquí os he propuesto son ideas con las que empezar a nivel general. Para plantearlas en el claustro y buscar unas líneas generales en las que todos los docentes sepan qué hacer y empecéis poco a poco. Posteriormente, si queréis profundizar, al final del artículo os enlazo un documento con bibliografía general y vídeos. Siempre podéis pedir ayuda a vuestros centros del profesorado, montar grupos de trabajo, aprovechar a padres o madres que estén metidos en el tema, el apoyo del AMPA o a entidades que se dediquen a esta formación. En mi equipo de trabajo, Rumbos, usamos las becas de alumnos con NEE para realizar proyectos de reeducación en el propio centro, en sus aulas, a través del modelo de proyecto PECAI, y funcionan magníficamente, por ejemplo.

Os animo a que seáis líderes de vuestros equipos de trabajo, sé que es difícil, pero nos necesitamos!!! Escribidme, compartamos nuestras inquietudes, pidámonos ayuda para generar conocimiento y experiencias y, sobre todo, dedicaros un tiempo a cuidaros para así cuidar de vuestro equipo. Sé que es muy difícil, pero cada vez son más las experiencias que me confirman que es posible.

Os dejo un documento con materiales de consulta y vídeos, y en la sección de "Tienda Literaria y Materiales gratuitos" puedes descargar póster para trabajar en el aula.

ÁNIMO!!