8 PASOS PARA ORGANIZAR EL CURSO ESCOLAR EN FAMILIA
Para todas las familias cuyo ciclo anual se rige por el calendario escolar, septiembre es un mes de nuevos propósitos, reorganización, revisión y nuevas oportunidades.
A continuación, os propongo 8 pasos para que el inicio de este curso sea una oportunidad para aprender a ver a la familia como un equipo. Los objetivos de esta propuesta son:
- Desarrollar la cooperación y la interdependencia positiva entre los miembros de la familia.
- Aprender a plantear nuestras necesidades y escuchar la de los demás. Negociar.
- Aprender a apoyar a los miembros de nuestra familia en sus necesidades desde las capacidades y competencias de cada unx.
- Sentirnos parte de la familia de una forma integrada y adaptada.
- Aprender a conciliar vida personal, trabajo en quipo y logística familiar (responsabilidades comunes).
- Tener más tiempo. Una buena organización genera una sinergia práctica en casa, 2+2=5.
- Disfrutar mientras aprendemos a hacernos la vida más sencilla y bonita entre todxs.
Hablamos de educación emocional, pedagogía de la responsabilidad, aprendizaje basado en proyectos (la familia y la cooperación como proyecto)… La idea es plantearos todas las cosas que a nosotros, como familia, nos ha funcionado y que llevamos años realizando siempre a finales de agosto. Da igual la edad de vuestros hijxs, siempre y cuando entiendan qué estamos haciendo y no se les responsabilice de cosas que no les corresponden.
ANTES DE EMPEZAR
Primero es importante deciros, para los que no lo sepáis, que somos una familia numerosa compuesta por una pareja (mi marido y yo) con 3 hijxs: un chico de 14 años, otro de 10, una niña de 5, y 2 gatos y una perra. Ambos trabajamos como autónomos. Tenemos 1 sólo coche y apoyo familiar por parte de lxs abuelxs, pero somos bastante independientes, no solemos abusar, ni acordar días de cuidado... sólo en momentos de SOS (y para disfrutar, claro).
Y segundo, todo lo que os voy a comentar a continuación "debéis" (siempre como invitación) trabajarlo primero vosotros como pareja y como padres/madres. Es decir, el orden "sano" para sentarse a planificar con la familia el curso escolar debe ser la continuación de una revisión profunda, sincera y práctica de cómo estamos, qué necesitamos y cómo podemos hacernos la vida más fácil tanto como pareja como padres o madres. Una vez visto esto (para ello os sirve el esquema siguiente), podéis pasar a realizarlo con la familia completa.
EMPEZAMOS
- Ellxs siempre eligen desde su centro de interés y lo que les motiva. Respetamos sus gustos y aficiones.
- Si consideramos que hay actividades que les puede ayudar a desarrollar alguna competencia emocional o académica que necesiten reforzar o trabajar, o que sepamos que les puede gustar pero no la conocen, los orientamos con la intención de que prueben. Les pedimos confianza y una oportunidad, luego ellxs eligen si es su momento o no. Probar cosas nuevas es un acuerdo que tenemos entre nosotros.
- No priorizamos ninguna sobre otra: inglés sobre teatro, pintura sobre futbol... todas son importantes si a ellxs les gusta. Nosotros les orientamos, motivamos y vamos probando según ellxs vayan sintiéndose cómodos.
- Si hay alguna que para nosotros es importante y ellxs no lo ven (música, idiomas...), buscamos metodologías afines a su carácter, al principio nos implicamos con ellos y les motivamos en todo el proceso. Si no funciona, no es el momento.
- Siempre dejamos 2 tardes libres para "no hacer nada" (que ya es mucho) y las tardes de actividades no deben ser completas (nada de salir a las 16h y llegar a las 20h. Una actividad y descanso). Las actividades extraescolares pueden ocupar 2 tardes (3 como máximo). El resto libre para leer, jugar, repasar, quedar con amigxs, tareas, descansar, salir...
4. Luego pasamos a la ORGANIZACIÓN EN CASA. Repasamos los horarios de cada miembro de la familia y acordamos tareas dependiendo de la disponibilidad de cada uno. Ej. poner y recoger la mesa, horarios de salida y llegada, limpiar, días de organización de habitaciones, sacar al perro, regar el jardín, ponerle de comer a los gatos... las que tengáis en casa.
Las responsabilidades no serán las mismas porque dependen de la edad y competencias de cada miembro, pero sí es importante hablar y poner en común los horarios, tiempos de descanso y necesidades. En nuestra casa, nuestro hijo mayor termina la secundaria y es un año de mucho esfuerzo, así que tendremos que organizarnos para que, en épocas de exámenes, flexibilicemos sus responsabilidades. Además, los adolescentes necesitan más tiempo de sueño que los niñxs, y eso se lo explicamos y lo tenemos en cuenta. Como los horarios no coinciden entre ellos, el mediano pone la mesa, la pequeña la quita (con nuestra ayuda) y el mayor, cuando descanse, pone el lavavajillas, por ejemplo. Todo lo hablamos, negociamos, nos escuchamos y acordamos.
5. A nivel de rutinas, hacemos un repaso de cosas que han funcionado y cosas que no han funcionado el curso pasado y volvemos a organizar. Ej. estar más pendientes de lavarse los dientes, levantarse más temprano para no ir con prisas, recoger la ropa, tiempo de pantallas... Es una maravilla dejarlos que ellxs reflexionen y propongan las ideas a las que se comprometen. Escuchar cómo les ha ido el curso anterior, qué cosas creen que son mejorables y cuáles están orgullosos de llevar a cabo, es sorprendente. Nosotros aportamos también nuestras propuestas de mejora hacia ellxs y viceversa (vais a alucinar).
6. Después de todo el "rollo" organizativo, les proponemos algo nuevo que les gustaría hacer este año tanto a nivel personal como familiar, y cómo lo podemos conseguir dentro de nuestras posibilidades. Ej. un viaje que nos apetezca, ir más al cine, los viernes de pizza, los desayunos de domingo con tortitas, pasar más tiempo juntos, ceder un poquito en algunas demandas que tengan...
7. Aprovechamos para hablar a nivel emocional de cómo afrontamos el curso a nivel personal: retos, miedos, propósitos, deseos... TODOS hablamos, papá, mamá (en nuestro caso familia heterosexual), y cada uno de ellos (tengan la edad que tengan, siempre que entiendan la dinámica).
8. Por último, es muy importante que hablemos de cómo vamos a ayudarnos a que esto que hemos acordado se cumpla. Os proponemos ideas que nosotros hacemos:
- Acordamos tener espacios para preguntarnos cómo estamos y nos sentimos para ver si hay algo en lo que necesitemos ayuda.
- Nos comprometemos a que sí observamos que algo no se está funcionando, nos lo decimos con el ánimo de apoyarnos y aprender (somos un equipo).
- Revisamos cada trimestre los acuerdos por si no hemos sido realistas o ha variado algo de la logística familiar o cualquier cosa que surja.
- Creamos espacios de comunicación y confianza en lugar de castigos o reprimendas.
Y finalmente, hacemos un resumen POR ESCRITO con los acuerdos a los que hemos llegado, horarios y objetivos personales y familiares. También podéis recoger la forma en la que os vais a ayudar... en fin, todo lo que creáis que es significativo. Lo que no se escribe, se puede olvidar.
VUELVO A LA PAREJA
No sé si ahora es más fácil entender por qué es importante reunirnos antes con nuestra pareja para hacer todo esto tanto en nuestra relación personal como en nuestras funciones como equipo de padres.
Dedicaros tiempo a ver cuáles son vuestras necesidades, cómo os podéis ayudar y que queréis aprender juntos es, no sólo precioso, sino FUNDAMENTAL para que la familia funcione.
Nosotros hablamos de cómo afrontamos el curso, del tiempo que queremos tener cada uno personalmente y como pareja. De actividades nuevas, de rutinas que hemos perdido, de cosas que no nos han funcionado... No os imagináis lo importante que es para nosotros este espacio. Lo hacemos casi desde que estamos juntos (22 años ya). Al principio de forma informal y actualmente se ha convertido en un ritual.
Así que animaros y ya me contaréis qué tal os ha ido. Os dejo una imagen que tenemos enmarcada justo al lado de la puerta de salida de nuestra casa (nos la regalaron unos amigos), que simboliza muy bien, para nosotros, la importancia de la cooperación.